Lisboa, capital y ciudad más grande de Portugal
Hemos seleccionado 6 cosas que hacer, para que pueda disfrutar de lo mejor que ofrece la región de Lisboa. Hay muchas cosas que hacer en esta ciudad vibrante y cosmopolita, que ha estado en boca de todo el mundo por todas las razones correctas. Lisboa, la capital y ciudad más grande de Portugal, es una ciudad culturalmente muy rica. Con una historia muy antigua, que hace que su origen se pierda en la bruma de los siglos, le encantará conocer la metrópoli conquistada por D. Afonso Henriques en 1147 y capital del reino desde 1255.
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01 – Visita a Belén
Belém se convirtió en el muelle de salida de barcos y carabelas que descubrían nuevos mundos y en un centro mercantil donde llegaban y se comerciaba con las especias de Oriente. Un gesto celebrado por la Torre de Belém, joya arquitectónica del siglo XVI, cuando Portugal era realmente una potencia mundial, y por el Monasterio de los Jerónimos, de la misma época, ambos clasificados por la UNESCO en 1983 como Patrimonio Cultural de la Humanidad. En la parroquia de Belém también podrá visitar el Monumento a los Descubrimientos, el Museo de la Carroza, el Centro Cultural de Belém, el Museo de la Presidencia de la República, entre muchos otros. Ah, y no olvide entrar en la Fábrica de Pastéis de Belém para degustar uno de los ex-libris no sólo de Lisboa, ¡sino de Portugal!
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02 – Subida al Castillo de San Jorge y paseo por Alfama
El castillo de São Jorge ocupa la cima de una colina que domina el centro histórico de la ciudad y el río Tajo. Aquí aprenderá un poco más sobre la historia de Lisboa en la exposición permanente y descubrirá vistas únicas paseando por los jardines y el mirador.
Pero el alma de una ciudad no solo está hecha de monumentos y, en 2011, Lisboa vio cómo su canción popular, el fado, también era reconocida por la UNESCO como parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En Alfama, además de pasear por las callejuelas que nos hacen sentir en medio de un pueblo, también se puede visitar el Museo del Fado y asistir a espectáculos en los más diversos restaurantes, bares o casas de fado.
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03 – Paseando por el centro
Mientras pasea por la Baixa, encontrará la Praça da Figueira, la magnífica Estación de Rossio, el Ascensor de Santa Justa, vea pasar el tranvía, siéntase como un lugareño más. Con la vista puesta en el río Tajo, nos encontramos con una de las plazas más emblemáticas: la Praça do Comércio, símbolo de la ciudad y de su reconstrucción tras el gran terremoto de 1755. Es, sin duda, un lugar muy agradable para pasear por la ribera y disfrutar de la vista sobre el río Tajo.
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04 – Descubrir el barrio y el Chiado
Chiado es un barrio elegante y sofisticado con librerías y cafés de estilo antiguo, donde podemos encontrar una zona comercial tradicional que mezcla tiendas antiguas y modernas. El café más famoso de Chiado es «A Brasileira», por haber pasado entre sus clientes el poeta Fernando Pessoa. Chiado es también un importante espacio cultural, con varios museos y teatros.
Lisboa también es conocida por tener una vida nocturna muy animada y ajetreada. Bairro Alto es uno de los barrios más antiguos y peculiares de Lisboa, donde reinan la calma y la serenidad durante el día y por la noche acoge el movimiento que hace famosa la vida nocturna lisboeta.
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05 – Ver la ciudad desde los miradores
Hay innumerables miradores desde los que se puede contemplar Lisboa. Elegir el mejor mirador de la ciudad es imposible, pero aquí van algunas sugerencias:
Miradouro de Nossa Senhora do Monte | Miradouro de Santa Luzia | Miradouro das Portas do Sol| Miradouro de São Pedro de Alcântara | Miradouro da Graça| Miradouro do Jardim do Recolhimento| Miradouro Keil do Amaral | Panorâmico de Monsanto | Miradouro do Arco da Rua Augusta | Santuário do Cristo Rei, entre muitos outros.
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06 – Déjese deslumbrar por la belleza de Arrábida
La belleza de Arrábida se pinta entre el verde de las montañas y el azul del mar. A poco más de media hora de Lisboa, hay muchas razones para salir de la ciudad y darse el gusto de descubrirla. Un territorio que abarca tres municipios – Palmela, Sesimbra y Setúbal.
Las aguas cristalinas rodeadas de vegetación y arena blanca ofrecen imágenes dignas de postal. El encuentro de la montaña y el mar se materializa en una especie de cordón de playas, cada una con sus encantos particulares. Lo difícil es elegir: Figueirinha, Portinho da Arrábida, Coelhos, Ribeira do Cavalo, Galapos o Galapinhos, entre otros.
Un lugar que no debe perderse es Cabo Espichel, donde el paisaje es sobrecogedor, entre las oscuras profundidades del mar, la estabilidad de la tierra y la infinitud del cielo. Aquí se encuentra el Santuario de Nuestra Señora del Cabo, que celebra un culto inspirado en la leyenda de un hombre que vio una gran luz en lo alto del acantilado. La Virgen habría subido la empinada cuesta sentada a lomos de un asno. La leyenda se inspiró en las huellas de dinosaurio visibles en la ladera e interpretadas como las pisadas de un burro.
En el capítulo gastronómico, el pescado y el marisco son los reyes. Los entrantes y postres incluyen queso y pastel de Azeitão. Como complemento, cabe señalar que esta tierra también es famosa por la calidad de sus uvas. Desde Moscatel hasta Bacalhôa o néctares José Maria da Fonseca, sólo tiene que elegir lo que mejor se adapte al momento.
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